viernes, 28 de agosto de 2009

Primer encuentro


Asisto al primer encuentro de un taller de escritura - No literario - aclara el coordinador, y esa aclaración me gusta


Hay presentaciones, y una explicacion de lo que vendra, hay elección de un nombre para el grupo.
.................................

El coordinador reparte fotocopias de una imagen donde se ve un bosque y un camino que fuga.
Pide que escribamos un relato de hasta una carilla. Mejor aun, media carilla.

Estoy atormentado desde el momento en que las fotocopias empezaron a circular.

¿Relato? ¿Que entendemos por relato? Veamos. Asocio ideas. Re - lato, volver a latir. Relación. Enunciación de sucesos que guardan alguna relación entre sí. Relatar es el acto de enunciar (o decir, o contar) tales sucesos.
Bueh, no importa la definición. Importa la actitud, el hecho de focalizarse para producir algo, como ejercicio de la voluntad

La imagen de tapa de cuaderno no me gustó. Me disgustó, quiero decir.
Que ya es algo, me despertó una respuesta emocional.

El coordinador pregunta algo así como "Que les genera la imagen?" y -ay de mí- enseguida oigo la palabra bello como resultado de una foto tomada con todos los estandares de lo que es bello, poetico, evocador... Un sendero en el bosquecillo de altos árboles deshojados ¿Que ha? ¿Otoño tal vez? Ah, romántica estación para nos que amamos la melancolia. Ah... No hay nadie en el camino pero esta el punto de vista del fotógrafo y el camino que fuga hacia el punto central de la foto... y un camino conduce siempre a algún lugar y probablemente alguien que te espera al final.
Late implicito el encuentro romantico en nuestra foto de cuaderno tamaño universitario para ser comprado por señoritas que buscan imágenes sobrias que no las comprometan, señoritas que viajan en el trasporte público sentadas bien derechas con una correción que ofende a su edad.

Todo esto en algunos segundos, en lo que tardan las fotocopias en llegar a las manos de trece personas sentadas alrededor de una mesa esperando con urbana paciencia su copia.

Y yo estoy que me lleva la chingada.
Así como recibo la copia empiezo a doblarla, tratando de quitar ese camino de almibaradas promesas de lugar común, girando la hoja para tratar que me sugiera alguna otra cosa pero no puedo. Mirá que me encantan los árboles!
Fuerzo al pensamiento. Voluntad, hombre!
De acuerdo, de acuerdo...
¿Que puede quedar atrapado entre ramas que se mecen al viento cual redes inversas..?
No, no. No hay caso, la imagen de fotocopia de tapa de cuaderno no me interesa. No me estimula.
No me conmueve ni me impregna ni me altera nimetoca nimepincha nimerasca.

Esta tomada, construida con esa intencion. Que batatas!

Entonces no relato.

2 comentarios:

  1. Me encanta que lo hayas armado y me encanta que vuelques esa actitud rebelde, transgresora y en contra del cliché.
    Si me premite una sugerencia, amigo, póngala en el relato en sí y hágase cargo del rol de escritor. Quiero más, qué hay con todos los cliches de esas foto, que muchas veces se cuelgan en consultorios de dentistas. ¿Què? TE dan un premio por ser positivo. ¡Por qué rompen tanto con esta onda! ja ja ja. A mì me pasa lo mismo. Quiero más, quiero más, sobre todo porque sé de lo que usted es capaz. Besos y éxitos.

    ResponderEliminar
  2. Creeme que te entiendo Damian. Pero tu inteligencia da para màs. Si algùn dìa te da por retomarar este relato deberas usar tu sutileza. Ya que casi siempre la verdad ofende o duele.

    ResponderEliminar