domingo, 13 de diciembre de 2009

síntesis argumental de cortometraje

Un creativo de publicidad de una empresa de sanitarios propone un concurso de artes plásticas con la consigna Intervención de sanitarios. La propuesta gusta al directorio y el concurso se publicita. La actividad genera una enorme repercusión en el ambiente artístico y una gran cantidad de obras se concentra en el enorme predio de la firma, esperando ser expuesta, y al dictámen del presitigioso jurado. Entre las obras hay varias muy poco convencionales y algunas francamente pornográficas. Los medios y la prensa que dan cobertura al evento atestiguan y alimentan la polémica que se genera, y una gran corriente de público se amontona para ver las obras, para alegría de los patrocinadores, que aumentan sus ventas.
Pero una furia inesperada se concentra entre la gente más humilde, que generan una muestra paralela, al costado del local, llamada
como nos bañamos y cómo cagamos los pobres.

martes, 24 de noviembre de 2009

no aclares que oscurece

¡cobarde el que se defiende antes del ataque! canta el pibe. Cobarde yo, grito para mis adentros. Nadie me pide explicaciones y yo ruego perdón. El texto que sigue (o que antecede, me refiero a De Gancho) me divierte, me gusta, me hace reir. Es fruto de una lista de veinticuatro palabras que debían ser usadas en el texto en el mismo orden en el que estaban listadas, con la prohibición de alterarlo y de modificarlas. Nada de pasarla al femenino o al plural. Consigna lograda. Brillante para la interna del taller y con cierto uso reiterativo del calzoncillo que, de no haber estado la circunstancia externa, no hubiera sucedido. Perdón, repito palabras, sé que es feo y que no se hace. Traten de abstraerse, los personajes están lindos ¿ah?

de gancho


Pienso en una prenda íntima que me lleva a la desesperación y digo calzoncillo con elástico vencido.

Digo maldita la hora en que no me dí cuenta qué estaba eligiendo maldito apuro mañanero y maldito gil de no haberlo tirado ya a la basura y dejar de padecerlo, malhaya la hora que ya entré al edificio de oficinas y que ya fiché, mientras emprendo vergonzosa huida hacia el baño con afán de acomodarlo.

Veo a la mujer de la limpieza en el fragor de su lucha contra las salpicaduras de los mingitorios.

Con altas expectativas le pregunto a la buena mujer si por casualidad no tiene un alfiler de gancho y me mira con expresión de ya sé de qué se trata y déme un segundo que ya lo ayudo y yo carcomiéndome por dentro - ¿Cómo se dio cuenta? Tal vez por el andar con las rodillas juntas y el meneo característico del que padece de almorranas.

- ¿Dijimos un segundo? - Tiempo al tiempo - me replica. Se levanta la pollera. Mi mandíbula se cae. Se arremanga la media. Dentro de las vendas que le sostenían los tobillos estaba la sorpresa, un conjunto de alfileres de gancho, hilos de colores bobinados y hasta algunos botones.

Me extendió dos de los chiquitos – Sostenga ésto – y yo, sonriéndole, - ¡Qué corazonada, pedirle ayuda justo a usted! Y la sonrisa le dio paso nuevamente a la verguenza, yo enfilando para los compartimentos de los inodoros, cosa que la señora no vea cómo manipulo la prenda. - Quiero que este rato ya sea historia – digo para mis adentros, mientras abro un alfiler, lo sostengo en la boca y separo las piernas para evitar que los pantalones se me caigan y se empapen en el infaltable charco. –¡ Ahh! – me escucho gritar cuando me perforo la primer capa epitelial y - Quédese ahi y no se mueva – y entra al cubículo. Trae consigo un banquito petiso que quién sabe para qué ocupará y se sienta mientras enhebra hilo bordó que hace exacto juego con el color del zolcillonca. Ya entregado la dejo hacer y miro cómo quedó su cabeza en relación a mi anatomía. – No se haga ilusiones- me dispara – ¿A qué se refiere? – Al juguetito ése inflable que tiene – y yo trágame inodoro y aprieto el botón del depósito, a ver si sucede. De largo que sé que dos cabezas piensan más que una y que hay una cabeza que piensa pero por mucho más rápido que la otra. Busco alguna frase hecha, de ésas ideales para cuando uno no sabe qué decir pero que siente que imperiosamente algo debe ser dicho y digo – Hay amores que son quimeras – Por su sonrisa de circunstancia me percato de que la erré. Entonces clavé mis ojos en los suyos, me abstraje del hueco de su incisivo ausente y asumí el hecho – ¿Por qué no sacudir la rutina? ¿Usted nunca quiso hacer una locura a pesar de sus credos más firmes acerca del amor y de la fidelidad? ¿Qué le parece si permitimos a nuestro aspecto más lúdico que tome las riendas en este momento?

El silencio me dejó observar que la buena señora se había detenido en la mitad de la puntada y todavía blandía la aguja. Tomé conciencia del potencial peligro al que me hallaba expuesto. – Vamos ultimando. Permanezca quieto y callado, por favor. Seamos objetivos. Hay gente. Acá no se puede. – mientras tanto, cosía veloz y mi calzoncillo tomaba una consistencia normal y no sólo él. Estiró el elástico y lo soltó y oí el ruido del calzoncillo en su mejor estado. Terminó y se fue, pero jamás dijo que no. Fue una caricia a mi orgullo de varón.

Por eso, cuando busco una actitud de desenfreno visto ese mismo calzoncillo, que desde ese día pasé al estante de arriba.

martes, 10 de noviembre de 2009

Escándalo

Un fin de semana sin los hijos es la oportunidad del desenfreno.
De la lista de apetitos (que tenemos con mi mujer) acabábamos de saciar largamente el carnal.
Le seguía otro apetito, postergado hace rato.
Escandalizar.
Damos vueltas desesperados en el departamento pensando qué. Finalmente lo sabemos.
Entramos en un bar céntrico, muy concurrido y muy frecuentado y muy.
Cuando el mozo nos pregunta qué nos vamos a servir respondo cuidando que se me oiga Una naranja al plato y mi mujer elige Lo mismo que mi marido.
Nos trae el pedido, que nos apresuramos a palpar con máxima atención. Diríase que es la primera vez que vemos al fruto. Luego mi mujer me la da a oler. Mozo, esta naranja no huele, tomando la precaucición que se escuche fuerte y claro y el tipo queda de verdad desconcertado pero procede como si mi reclamo fuese habitual, tal vez para hacer más breve el tiempo del murmullo que recorre al bar.
Un profesional, el tipo. Ya le podíamos ver cuánto le picaban las orejas al acercarse con otra naranja en otro plato y paladeábamos los diálogos que habrán habido en la cocina.
Ahora si, le digo, es perfecta, muchas gracias y la huelo con fruición. Le doy a oler la mía a mi mujer que mira al mozo pero calla cuando lo ve ponerse colorado y darle un codazo a su colega.
Nos damos a nombrar el portentoso fruto. Dorado, frutoro, pequeñosol, aurantia, apelsina, hesperídeo; con el tono pomposo que la ocasión requiere y ya hay comentarios jocosos.
A comerlas, entonces, y callar.
De las diferentes maneras de pelar una naranja es el siguiente capítulo y mi señora logra con destreza hacerlo de modo que la cáscara quede entera, proeza muy difundida que pocos saben hacer con elegancia. Elijo para mí practicarle incisiones longitudinales procurando no llegar a la pulpa. Lo logro con moderado éxito. Luego nos dedicamos a quitar el hollejo y crear con él decoraciones para el plato. Separar los gajos y acomodarlos de manera que satisfaga las exijencias de la nouvelle cuisine, a renglón seguido. Comerlas como si se tratara de manjares es lo que debe suceder a continuación y el mozo, que ha seguido –y no sólo él – nuestro accionar, se apresura a acercarnos los cubiertos apropiados. Creo que está empezando a ser cómplice, digo al verlo acercarse y Se distingue en Ud. a un verdadero profesional, lo condecora mi mujer.

Decidimos que el perfume de nuestras naranjas debe abrirse paso a empujones entre el aroma del café y el del pan tostado. Empezamos por esparcir su fragancia estrujando cáscaras camino al baño y terminamos abalanzándonos al sector de los fumadores. Nuestro amigo el mozo aprueba con el mentón. Al rato lo vemos retirar del salón el desodorante antitabaco.

Nos damos cuenta de que la victoria está de nuestra parte cuando el despacho de jugos supera al de los cafés y el mismo mozo chupa una naranja al modo litoraleño.

Cuando mi mujer avista a un habitué que busca la mirada del mozo y le dibuja un círculo en el aire para pedir otra vuelta, entendemos que la tarea está cumplida.

Calmadas nuestras ansias de escándalo nos vamos a bailar y a la cancha y al teatro y a comer pizza de parados bien entrada la madrugada.


lunes, 9 de noviembre de 2009

Mujer y niño cubiertos por la arena

Primero se le ocurrió a Ignacio, como algo ingenioso, y se lo propuso a Marcela y Dariíto, convencido de que les sacarían fotos por docenas. A la tarde, antes de la hora del mate, cuando ya había bajado un poco el calor, pusieron manos a la obra. Marcela y Dariíto se acostaron para calcular dónde había que cavar. Después hicieron el pozo para Dariíto, que daba más trabajo porque era más grande. Después fue tapar a Marcela con la esterilla cuidando que le quedara un paso de aire. Entonces quedó la cabeza de uno y el cuerpo de la otra a la vista Cuando terminó se alejó lo suficiente como para que nadie lo relacionara con el chiste. Hubo bastante gente que se paró y siguió. Finalmente tuvo que tomar él mismo la foto para que quedara testimonio de la humorada.

Es la idea materializada, me digo. Hace rato que aquel tipo juega con la mujer y el pibe, hicieron los pozos, se taparon con arena y después él se alejó haciendose el opa. ¡Y algunos paran y comentan! Ma sí, voy a ver. Epa. Está logradísimo. Y yo que me reía. Es sublime. ¡Ay, ya me suben las lágrimas!Éstos que se burlan encima me preguntan por qué lloro, explicandome que es una evidente humorada Pero lo bien realizado que está, eso me emociona No será para tanto me dicen y yo hecho un mar moqueante Es que soy muy sensible, si cuando veo la novela lloro y en eso no va y se me desprende el tabique.

martes, 20 de octubre de 2009

versión corregida de Piedad



Piedad se llamaba y hacía honor a su nombre. De haber tenido que nombrarse a sí luego de tantos años, no hubiese dudado en elegir Padecimientos. O Dolores.
Sus grandiosos ojos marronverdosos y sus anchos labios en apenas semisonrisa reclamaban tu inmediata y concentrada atención a su belleza. Su expresión de recato te pedía que desistieses.
Fuera de su rostro, su cuerpo es materia de la imaginación. Vestía siempre con ropas muy holgadas y sólo dejaba ver sus pulcras manos, que daban sensación de ligereza cuando las movía.

Al conversar con ánimo (cosa que ocurría de vez en cuando) mostraba sus palmas abiertas y movía los dedos con imperceptibles temblores.
Piedad sufría en especial por sus manos. Antes eran espléndidas.

Las manchas le aparecieron a edad poco común. Su piel se arrugó y palideció. Las uñas le enblanquecieron y se le resquebrajaron.

Para disimularlas las entrecruzaba frente a su boca, lo que le daba un aire de rezo.



ejercicio de descripcion de personaje II

En esta ocasión la consigna es describir Una mujer bella, enfermiza, muy religiosa, por sus manos.


Piedad se llamaba y hacía honor a su nombre. De haber tenido que nombrarse a sí luego de tantos años, no hubiese dudado en elegir Padecimientos. O Dolores.
El tamaño de sus ojos y de sus labios te invitaban a contemplarla y su expresión de recato te pedía que desistieses.
Fuera de su rostro, su cuerpo es materia de la imaginación. Vestía siempre con ropas muy holgadas
y sólo dejaba ver sus pulcras manos, que daban sensación de ligereza cuando las movía. De concentrarnos en ellas, creeríamos que Piedad es una personalidad grácil y encantadora. Al conversar con ánimo mostraba sus palmas abiertas y movía los dedos con imperceptibles temblores.

Esto es lo que me salió de primera, sin corregir. Noto que falta la característica Enfermiza, que la religiosidad está sólo esbozada en el nombre, que lo que queda claro es su actitud de padecimiento, cosa que no fue pedida, y que tampoco se entiende que sea bella. No está cumplida ninguna de las consignas, vamos.

corrijamos entonces. Belleza.

Sus
grandiosos ojos marronverdosos y sus anchos labios en apenas semisonrisa reclamaban inmediata y concentrada atención a su belleza. Su expresión de recato te pedía que desistieses.

Piedad sufría por sus
manos antes espléndidas. Las manchas le habían aparecido a edad poco común. Su piel, arrugada y pálida. Las uñas cortas blancuzcas. Quebradizas.

Creo que mal o bien cumplo con la consigna. No siempre me dan ganas de andar puliendo y mejorando.


Amigos, los textos son ejercicios

Es imprescindible aclarar que los saltos temáticos o estilísticos de los textos que publico tienen que ver con las consignas que recibimos para realizarlos. A partir de ahora, dividiré cada entrada en consigna y ejercicio propiamente dicho. En la entrada ¨Don Teófilo¨ ejercitamos la descripción de personaje de forma directa, es decir, sin sugerencias. Describo lo que percibo, puede decirse, sin elipsis.
La tarea fue referirse a Un hombre guapo, egoísta y vanidoso, viudo y padre de cinco hijos.
De allí el texto. Su crueldad fue mi gusto.

domingo, 18 de octubre de 2009

Don Teófilo

Don Teófilo finalmente consiguió ser el hombre más prolífico del pueblo. Más que el mismo gobernador.
Su primer esposa murió jovencísima de desesperanza, sin que la ayuda de ayas y sirvientas le aliviara de la tarea de criar a los trillizos.
La deslumbrante quinceañera que Don Teófilo compró para que le aliviase de las penurias de su tempranísima viudez reventó en el parto cuando su quinto vástago se hizo camino al mundo.
Al enviudar por segunda vez a los veintiocho años decidió llevar esa condición como estandarte.
Inseminar a cuanta muchacha le soportara lo atrevido de su mirada nunca le había costado mucho, tal vez por su aceitunada belleza, o por su cómoda posición social. Quizás por la alquimia de ambas circunstancias.
De modo que Don Teófilo continuó saciando su lujuria sin propósitos familiares y sin mediación de la iglesia ni la de la autoridad civil.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Evangelina y Jorge



Jorge Barrientos es un humilde pintor, sin grandes pretensiones.

De pequeño soñaba con las estrellas. De adolescente, con las actrices. De joven conoció a Evangelina Tornasole, actriz en ciernes, exótica, que había comenzado y abandonado la carrera de ingeniería por encontrarla demasiado predecible.
De adulto, Jorge Barrientos continúa sorprendiendose con la voraginosa necesidad de su amada de contar con espacios especiales que le induzcan estados de conciencia diferentes. Esa inclinación lo llevó a convertirse en un ingeniero empírico, en un físico indiplomado, cosa que no lo inquieta, ya que es un humilde pintor sin grandes pretensiones.
Podría decirse, o quizas asegurarse, que Jorge Barrientos es uno de esos grandes hombres que se encuentran detrás de cada gran mujer.

Evangelina Tornasole es conocida en el ambiente como ¨la experimental¨por su capacidad permanente de búsqueda y su inconformismo frente a los clichés. No soporta la conducta descomprometida y por lo mismo es respetada por sus colegas y admirada por su público

Si ella imagina una habitación especial para sus meditaciones o sus ejercicios, nunca duda en comentárselo a Jorge, quien hará los esfuerzos necesarios para complacerla.
Y si él le notifica que para construir una habitación así deberán mudarse a una región donde la expansión ilimitada de la casa no signifique un problema, ella lo acepta de buen grado, porque es consecuente consigo misma pero no desconectada de la realidad.
Y si ellos se mudan a un área semirural lejos de la pujanza cultural, todo se deberá a esa coherencia de Evangelina, quien se repite Serás lo que debes ser y si no no serás nada y a la alegría cotidiana de Jorge que vive su buena vida junto a su iridiscente mujer

Y si después de un tiempo ella tiene su sala de meditación con alterador de estados mentales es porque Jorge se dice querer es poder, quien mucho abarca poco aprieta y El que se conforma se pierde el contacto con nuevas experiencias.
Y si ella se realiza como actriz en ese área suburbana, logrando que los espectadores inquietos viajen las distancias necesarias para admirar ese talento y desborden en cada función el teatrito paraboloide que Jorge supo construir con sus propias humildes manos, generado la admiración de las autoridades a nivel tanto municipal cuanto zonal, se debe a su gran talento y a aquel gran hombre que hay en su detrás.

Y si ese señor adquiere en el interín un estado contemplativo y una refinada sabiduría no nos sorprende.
Y si comienza a pintar paredes en falsa escuadra, capaces de generar estados supranormales y su trabajo encuentra una incesante demanda y una categorización de nuevo arte y es reconocido en círculos cada vez más exquisitos se debe a la humildad, a la fidelidad a si mismo y a la confianza en el amor.

Que Confianza, Amor y Respeto andan muy cómodos cuando van de la mano. Y que Amor en Amor se apoya. Qué tanto.

lista de preguntas


En la clase del 7 de octubre hicimos un ejercicio que me resultó muy divertido. Sobre una imágen que recibimos antes, con la consigna vayan mirándola

El ejercicio en su estado ideal consiste en responder tan rápido como se preguntó y, en base a las respuestas, generar un relato. El parecido a ejercicios de los talleres de Impro es sorprendente, todo lo que sea respuesta rápida sin tiempo para elucubraciones es muy de mi gusto.

Llega la hora de la ilustración (la frase queda muy soberbia, pero no quiero repetir la palabra aquella)

Bueh... esto es después de escanear un papel impreso, la calidad es tristísima, no importa. Espero que se entienda.

Llegué a preguntar nueve veces.
Pero me enamoré a primera oída de la lista de David, de ella hice mi ejercicio.

Las mías:
¿Dónde está el televisor? ¿Quién se llevó la mesita ratona? ¿Falta mucho para que el aparato termine de succionarme? ¿Sólo yo sobreviví a la hecatombe nuclear? ¿Dónde está el arquitecto? ¿Cuándo viene el camión de la mudadora con los muebles enchapados por dentro? ¿Por qué el agua no se cae de la tina?

Me quise hacer el ingenioso. No me divierte mi lista.
Mucho mejor la de David.

1)¿Por qué no se cae, abajo, la señorita?

2)¿Tendrá un imán en la espalda, la señorita?
3)¿La embutieron en una bañadera pegada al techo?
4)¿Será esa la disposición final de una nave espacial para la gravedad cero?
5)¿Para qué está la ventana de la izquierda?

6)¿En qué estará pensando la señorita?
7)¿Alguien puede preguntarle si se siente cómoda ahí?

8)¿Por qué las paredes del habitáculo no parecen tener una conformación lógica?

9)¿Quién fue el que pintó esa habitación?


1.Está pegada al techo.
2.Tiene moco
3.Sí.
4.No pensamos en esa idea pero intentaremos contactarnos con la NASA
5.Para que el cuarto se ventile
6. Esa noche tiene función
7. Nadie se anima a sacarla de su estado contemplativo

8.
Porque están pintadas generando ilusión óptica, aunque en realidad están en rigurosa escuadra
9.
Jorge Barrientos, su marido

De estas respuestas salió el relato que va a continuación,







viernes, 2 de octubre de 2009

ejercicio basado en lista banal



En la clase del 30/9 recibimos la lista que sigue con la consigna de hacer un relato utilizando al menos 5 de las 24 frases listadas. Debemos destacar las frases utilizadas subrayandolas, encomillandolas, en negrita o italics (¿Cómo se traduce ¨italics¨ al castellano?)


"Cosas que hacen que la vida valga la pena"

. Un masaje en la espalda• Una taza de chocolate en invierno
• Sentir la brisa del mar en la cara• Un café largo con un amigo/a
. El buen sexo. Improvisar una escapada• Mojar pan
. El olor de los bebés Los campos de amapolas. Un abrazo de mamá
. Beber cuando estás sediento• Los cambios
. Cocinar para otros cuando se tiene tiempo
. Tumbarse, recién duchado/a, sobre unas sábanas limpias
. Una llamada de apoyo cuando más ¡o necesitas
. Desayunar en la cama croissant recién hechos
. Bañarse desnudo/a y de noche en la playa
• Una carta en el buzón . Revisar el diario de tu infancia
. Ver otra vez las fotos de los viajes
. La lluvia golpeando el cristal y las tormentas de verano
• Las casualidades y las coincidencias• No tener que poner el despertador
. Andar con las manos entrelazadas

En lo que a mi respecta, cambiamos las fotos estereotipadas por frases idem, me recuerdan esas presentaciones de Power Point que dan vueltas a patadas por la web, que te ponen en el asunto del mail algo así como Imperdible y Conectar parlantes, eso si, sin las fotos ni la musiquita que las acompaña. Al menos eso nos lo ahorraron. El coordinador no me dio precisiones acerca de donde salió este listado.

Esto es lo que resultó:

Hoy se me ocurrió improvisar una escapada a tu casa mientras no estás. Los cambios en la rutina me son tan estimulantes como andar con las manos entrelazadas por los campos de amapolas.
Me dió ganas de prepararte algo rico para sorprenderte. Es maravilloso cocinar para otro cuando se tiene tiempo. Me decidí por el pollo al verdeo con salsa de oporto, me encanta verte mojar pan en una de nuestras salsas favoritas.
Mientras se hacía el pollito hurgué entre tus libros y no pude resistir la tentación de revisar el diario de tu infancia.
Las casualidades y las coincidencias no existen, por eso no me sorprendí cuando llegaste del trabajo mucho más temprano de lo habitual, me encontraste sentado en tu sillón y me sonreiste.


Me sentí tan poco comprometido con la tarea, dada la banalidad del listado, que en un principio decidí negarme al ejercicio. Lo volví a pensar y opté por tomarmelo muy a la ligera. Escribir el párrafo me habrá llevado entre cuatro y cinco minutos. Nunca fui tan breve ni eficaz.

Me da mucha curiosidad escuchar los relatos de mis compañeros.
Podría apostar un riñón que serán una obra maestra de la cursilería.
Tal vez haya llegado la hora de definir al taller como de escritura neo pop, tal vez en algún momento en que me levanté a orinar se resolvió por fulminante unanimidad adherir al kistch y yo tan campante.


sábado, 26 de septiembre de 2009

Versión de la cosa por la muchacha conocida como Caperucita


Mamá me pidió que visite a la abuela. Está preocupada porque el hojalatero,ese que va de pueblo en pueblo y conoce a todos, dijo que la vió desmejorada.

Pobre mamita, ella no puede ir a verla. Yo la escucho cada día ¨Hombres, cómo les gusta hacer hijos y qué poco ocuparse de ellos. Y tu padre ¿Dónde está? Se va a trabajar al campo, qué no daría yo por cambiar su dura jornada por la mía, aunque sea por una vez¨, después de ordeñar a la cabra y mientras lava en el fuentón, de ocuparse de la huerta la verdura y las legumbres, dar de mamar al bebé,coser la calceta, preparar el almuerzo, moler pimienta, controlar el gallinero, fregar la vajilla.
¨Por favor, hijita, vete a lo de la abuela. Saca del horno una pieza de pan con cuidado de no quemarte y toma un cuenco del tarro de la manteca. Lo acomodas todo en la canasta con heno alrededor y lo cubres bien con un trapo húmedo. Te marchas temprano, que el sol de mediodía no te derrita la manteca¨
Pobre mamita, rara vez sonríe. Me acaricia el cabello y llora, pero no quiere contarme por qué. No sabe, dice.

La abuelita siempre fue muy buena conmigo. Antes venía a visitarnos montada en su burro, con dulces y confituras, pero hace tiempo que ya no lo hace. Dice mamá que se puso mala. Yo le pregunté por qué la abuelita no venía con nosotros, que hay un cuarto que podría ser para ella, pero mamá dice que mejor dejar las cosas como estan.
Cuando vea a la abuelita le voy a preguntar.

Cuando termino con la canasta le muestro a mamá. La revisa, me acaricia y llora, me llama su princesa y mil veces me recomienda que vaya con cuidado, que no me salga del camino por ningún motivo, que no hable con nadie.
Mamá de verdad está muy triste si no quiere que hable con nadie.

Ya salí de casa. Sopla una linda brisa. Los pájaros trinan con fuerza. La canasta es liviana pero incómoda y todo el tiempo la estoy cambiando de brazo.
Alguien al costado del camino me mira, envuelto en una capa.
Es Lobo. Me hace preguntas. ¿Por qué no conversar un poco con alguien que no sea mamá, mis hermanos o la monjita que me enseña los quehaceres domésticos? No se lo ve tan mal ni parece amenazante. Es buen conversador y simpático. De acuerdo, lobo, vamos a ver quién llega primero a lo de mi abuelita. por un momento olvidé que iba a visitarla

Qué voz tan rara tiene, pobre. ¿Será posible que al enfermar le hayan cambiado tanto los ojos y las orejas? ¡Si parece Lobo! (¿Qué estoy pensando?)

¿Por qué querría abuelita que me desnude? Nunca me pidió nada parecido. No debería acercarme, si está enferma. ¿Por qué tiemblo, abuelita? Casi no logro moverme. Tu aspecto me asusta. ¿Te parece correcto que me meta en tu cama si estás enferma? Casi no te reconozco, abuelita, nunca me hablaste así y sólo por no contrariarte te hago caso, pero quisiera que supieses que tu forma de portarte me atemoriza. Explicame un poco qué son esos ojos, esos brazos, esos dientes.

Ay.

martes, 22 de septiembre de 2009

lobo


Ya hace tres días que no como.

Busco en cada costado del bosque.
Qué curioso. El camino, a horas como ésta, suele estar vacío. Huelo un cachorro de hombre, y lo veo, aunque no muy claro. Temprano por la mañana los hombres no aventuran a sus cachorros. Demasiado raro.
Salgamos de dudas. Nada perderemos con interrogarle.
- ¿A dónde te dirijes, niña, a horas tan tempranas?
Me contesta con toda confianza, la incauta
- ¿Vive muy lejos, tu abuelita?
- Yo tomaré este camino y tú este otro. Veremos quién llega más rápido.
Allí va la inocente, bellísima, buscando flores, distrayendose con los mirlos. Se ha agitado.Ya se quita la capa por el calor. ¡Ah, doncella es, que no niña!
¡No debo distraerme! Presto a lo de la anciana.

No fue difícil dar con la casa. La muchacha dio buenas señas.
- Abre, abuelita, que te traje pastel; abre, que también un tarro de manteca!
Bocado fácil. Cómo tiembla ante mis fauces, mi mirada. No logra pedir auxilio. ¡A devorarla al patio!. No dejar rastros del almuerzo

Un poco dura, pero dulce, la ancianita.
Ahora por la muchacha.
Al lecho, como estaba la buena señora.

- ¡Mueve la cerradura y se abrirá la puerta!
Caramba que es preciosa la criatura
- Deja la torta y la manteca y desnúdate, que te quiero conmigo en la cama.-
- Es que me he resfriado y la voz se me engrosó.-
Ya yace a mi lado y me perfuma con su desnudez. ¡Ay de mi, que no me descubra, que no se vaya!
- Para verte oirte olerte abrazarte tenerte mejor-
-Para gustar de tí mejor lamerte besarte tenerte, bellisima
Lloro que me hayas reconocido. Lamento que mi boca sea tan tosca que desgarre tu carne, tu carne, tu carne.
Ahora sólo comerte, yerta criatura.

lunes, 21 de septiembre de 2009

estados de ánimo y contenido de la clase


No logro ingresar en un solo post lo complejo que voy vivenciando en cada encuentro, tampoco me doy cuenta de todo de una sola vez. Dejé de mencionar el contenido de la última clase. Trabajamos sobre el narrador. Lo hay objetivo y subjetivo, omnisciente o sólo observador, hay narración en primera, segunda y tercera persona. Nociones técnicas, elementales, sobre las cuales hicimos nuestros primeros ejercicios.

De eso trata este blog, justamente. Una especie de Querido diario cibernético y viril. Con contenidos más abiertos y otros con intención de archivo. Principalmente para mí, pero con la intención de que me lo espíen.(Soy morboso como cualquier hijo de vecino.)

A la tarea.

ejercicio: un relato cortísimo con cada una de estas frases

Ella no tenía tiempo para escucharlo.
Yo no tenía tiempo para escuchrla

ejercicio: un robo, relatado desde el relator omnisciente, desde el ladrón, desde la víctima

Tarea para el hogar: Buscar una versión de Caperucita Roja, relatarlo desde el relator omnisciente, desde el punto de vista del lobo y desde la Caperucita.

Los que resulte de los ejercicios será publicado o no, según el criterio del higo cantor (¿Conocen tal criterio?)

Hasta la prógsima.

jueves, 17 de septiembre de 2009

clase del 16 de septiembre



Si hasta ahora el estilo de mis anteriores publicaciones en este blog fue más bien ácido, llego el momento de cambiarlo. Reflejo del cambio ocurrido en el contenido de la clase, la modificación de su dinámica. En sencillo: esta vuelta - para mi alegría - no hubo fotos, hubo un tema central, ejercicios de aplicación
durante la clase que al estar limitados por el tiempo fueron necesariamente cortos, la lectura fue más fluida y mucho más amena. E´cir, divertida. E´cir, la pasé mejor.

Será porque... no lo sé, pero lo sospecho. Aquellos que vinieron a ver si el taller les resultaba convocante y no les interesó ya no estuvieron. Ya fue. Ahora parece ser que dejamos la instancia de la pretarea y del reconocimiento y entramos de lleno a la tarea con el grupo mucho más afianzado.

El coordinador abrió la clase repartiendo una hoja con dos textos brevísimos de J. Cortazar, de su ¨Historias de Cronopios y de Famas¨. Después de haberlos leído y analizado, tomó partido como admirador de J.C.

Me encanta cuando la gente toma partido frente a un público, así sean sus propios alumnos, es un acto de sinceridad que incluye el riesgo de que a los demás lo tuyo les parezca horrible.

Conductas de esta clase suelen resultar contagiosas. Encantado como estaba por la declaración del coordinador, manifesté a viva voz que poseo este blog y les dí a los compañeros la dirección , que hasta ahora me había reservado. Fui francamente temerario y tal vez me arrepienta.
Coraje. He de ir a la batalla como a los brazos de mi amada

Tortazos, a mí! Sabré resistirlos y enjuagarlos

Masaje



El chino viejo era de verdad feo. Verde amarillento, diríase un algo prehistórico, un pergamino de piel de víbora a quien la muerte no había tocado.
Y yo, tentado por el anuncio ¨Masaje revitalizador¨y estimulado por la belleza de la chinita a la que se le veía la barriga, me apresuré a aceptar lo que ella me propuso, aunque no le entendí mucho.
Ahora no podía echarme atrás. El chino feo me invitó a pasar a su gabinete y recostarme y la chinita, con sonrisas aprobatorias, reforzaba la indicación .

A esta altura ya me quedaba claro que el masaje no sería erótico. Pense que tendría una experiencia francamente asquerosa cuando el chino me ofreció una toallita y me indicó que me desvista . Me dije - Sangre fría y cara de poker - como la de estos chinos, que es imposible adivinar en qué están pensando.

Me equivoqué. Aunque no supe si acostarme boca arriba o boca abajo - no quería que hurgara en mis partes pudendas - finalmente el asunto comenzo nalgas al cielo.

Un maestro, el chino. Tan bueno como feo. Acertaba con cada uno de mis pensamientos y en todo momento evitó ponerme incómodo.
Me relajé por completo, esa vez y las otras quince que duró el tratamiento para descontracturarme nuca cuello espalda y glúteos, cuádriceps gemelos y plantas de los pies en pos de una postura más relajada.

sábado, 12 de septiembre de 2009

clase del 6 de septiembre



Para evitar las reflexiones ingeniosas de cierto compañero que nos da cátedra mientras esperamos a aquellos que se retrasan, decidí en esta ocasión ser yo el atrasado.

El problema que se genera cuando se llega tarde es que no hay dónde sentarse. No es que a mí me importe mucho, no me gusta sentarme siempre en el mismo sitio y sí me gusta
el factor sorpresa.

Sucedió que el único espacio vacío que quedaba estaba al lado del coordinador. Me dió gracia quedar ubicado en la cabecera, lo acepté como una propuesta implicita.

Durante las clases anteriores no nos dieron
criterios o modelos o elementos a observar en los trabajos leídos y me incomodaba que faltaran.

Influído por el lugar en donde estaba, en pocos minutos, empecé a hacer observaciones a los trabajos que mis compañeros leían ya que nadie se animaba a tomar la posta. Acepto la pedantería, traté de tomarmelo con buen humor, pero decidí dar mis opiniones. Ya no estaba dispuesto a que, en nombre de la modestia, el lugar de la devolución siguiera vacante.

Así que abrí la boca. Traté de decir cosas lo más técnicamente posible, pero bueno, si el coordinador no agrega mucho la cosa se pone un poco rara.
Cuando llegó mi turno, el último, (la ronda había empezado por el lado izquierdo del coordinador y yo estaba a su diestra) no haber podido resolver el ejercicio me daba verguenza. Tampoco podía quedarme callado después de haber hablado tantas veces del trabajo de otros. Por eso leí la carta que le había mandado al coordinador. La publiqué en la entrada anterior a ésta. Me fue divertido leerlo e ir sintiendo el efecto que producía.

En cuanto a técnica, nos explicó el concepto de brainstorming y el de mapa mental. Se trata de asociar palabras a partir de una primera, y luego ramificar las asociaciones en una nueva cadena por cada una de las asociaciones anteriores. Complicado de leer pero no tanto de hacer.

Como tarea para el hogar, recibimos una foto, cómo no. Y a asociar a partir de la imágen. Aplicar también el mapa mental. Veremos qué me resulta.

carta al coordinador del taller

Daniel: No puedo redondear la idea, me parece que da para un cuento, me da lástima apresurarme para cumplir con los tiempos. No logro cumplir con la consigna, la sobreabundancia de palabras con significado tan cercano me bloquea

Aqui, la lista que me tocó en suerte:
afecto - amor - unión - alegría - felicidad - solidaridad - dicha - sensibilidad - juventud - in teracción - estímulo - plenitud - sentimiento - voluntad - correspondencia - armonía - gratitud - entusiasmo

¡No olvidar que hay que tomar en cuenta el título de la foto!

eso si, me sugirió el clima y el estilo del boceto de cuento, hiperbóleo, sobreabjetivado, rimbombante.Lo que sigue son algunos de los párrafos que me fueron surgiendo

Espero que el fracaso del ejercicio sea sólo parcial y logre redondear el cuento que bulle por salir.


Respiraba Mario como jamás había respirado. Los pulmones plenos, la energía a borbotones, su juventud circulando por los grandes vasos, por los troncos arteriales.


Mario amaba la vida aquel dia más que nunca.Su amada, amada, amada tendióle la mano y estrechósela él, correspondiendole.


Inflamábase Mario, henchíase todo él. Devorábase el aire, resultábale insuficiente el gesto y traidora la palabra para expresar la gran marejada afectivo-volitiva e intelectual que se encontraba experimentando.


Este arrebato de su amada, que lo convertía a él tambien en amado, estimulaba su sentido de la belleza como una cebada ovejilla despreocupada e indefensa estimulan la secreción salival del famélico lobo que la avista a corta distancia.


El mismo Mario del montón, señas particulares, no presenta. Ni muy bajo ni muy alto ni tan negro ni tan blanco. ¿Bello? Rotundamente no; tampoco feo, debe decirse.

Decididamente no es un impetuoso de aquellos que hay que alejar de una, zumbantes alrededor, melosos de artificiosa sensualidad. Ni un individuo paralizado por la excesiva timidez. Diríase un mesurado usuario del lenguaje es un sentido utilitario


Breve habia sido el contacto, aunque intenso, para ambos. El sorprendido, Mario. La de repentina iniciativa; Magghi la enjuta, la enhiesta.


Desde siempre aspiraba Mario la fragancia que a su paso dejaba Magghi la impregnante.

Incontables las ocasiones eran en las que Mario se encontraba, sin saber la causa, deambulando por los corredores del ministerio, tras la embriagante estela de su perfume, guardando distancias que le impidieran ser descubierto

Ahora Magghi lo sabe. Desde largo tiempo Mario la sigue a distancia pero no se le acerca.

Cuando Magghi le ha hablado Mario no demostró ningún especial interés. Nunca balbuceó y siempre utilizó un lenguaje seco, libre de adjetivos.


La idea del cuento es narrar el devenir de Mario, - un tipo que enseña en un colegio de curas alguna materia técnica, digamos computación o electricidad – entre el momento que una docente del mismo establecimiento lo espera en un pasillo y subitamente le estrecha la mano y acerca su rostro al de él, lo mira largamente, lo besa y luego sigue su camino. A partir de ese momento, los diques de la sensualidad que habia mantenido cerrados tamto tiempo comienzan a rebalsar y Mario ingresa en un extasis que lo lleva a respirar de una forma absolutamente nueva. Mario inspira pero a duras penas exhala, se va expandiendo y embriagando hasta que finalmente explota.

Para Mario la idea del amor es más intelectual que sensual.

La joven profesora que podría ser de alguna ciencia natural, jamás ciencia exacta, que encaja dentro del perfil de lo que sería una imágen exterior monjeril, digamos delgada y muy discreta. A esta profesora le gusta perfumarse con aromas sutiles y perdurantes, es decir que invierte buen dinero en fragancias de calidad.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Clase 2, 02/09/2009

Recibimos un articulito editado por el coordinador acerca del uso de los signos de puntuación.
Leímos el antedicho artículo.
Luego leímos los ejercicios que fueron tarea para el hogar, los de aquella foto del bosque de mi entrada anterior que me había puesto tan nervioso.

Amable situación que se pasó con un grado de diplomacia adecuada al contexto.
Hay muchas señoras mayores en el taller, vamos. La capacidad de poetizar y la de revelarse contra el cliche es muy variada: los menos lo resistimos y las más lo aceptan.
La situación, previsible, no me generó molestias sino una simpatía que bordea con la ternura (yo también escribo con lugares comunes, cómo no. Estuve a punto de escribir rayana con la ternura)

Por fin llego el momento del nuevo ejercicio. Reparto de una nueva imágen

Se llama ¨Manos entrelazadas¨ y nuestra tarea es hacer una lista de entre 15 y 20 palabras que nos sean sugeridas por la imágen. Luego el coordinador agrega que hay que hacerlo ¨rápido¨.
Hacer listas de palabras es uno de mis ejercicios favoritos, desde la epoca que entrenaba en los grupos de impro, para asociar palabras a gran velocidad y así doblegar a las resistencias del inconsciente y que apareciese la idea que pugna por salir.

Con la alegria que siempre me genera este ejercicio me lanzo a la tarea. Me sale: mano - sudor - pulóver - chica - tu novia - (el coordinador nos permitió dos palabras, si hace falta) puño - dedos - adentro - uña - pliegue - piel - calorcito - te quiero - te quiere - humor - muchacho - tipo - señorita - pliegue - otro pulover.

Ya sé que hay cosas repetidas, pero aprendi a dejarlas fluir, a no pelerme con ellas y que me permitan la llegada de una próxima palabra.

Hasta acá, todo fenómeno.

Desde acá, mi inconveniente.

Porque el coordinador recogió todas las listas, las fotocopió, las mezcló y repartió a cada uno listas de otro compañero, con la consigna de traer un relato donde estén incluidas un 80% de las palabras. Las palabras de la lista deben ser subrayadas en el cuerpo del relato.

Aqui, la lista que me tocó en suerte:
afecto - amor - unión - alegría - felicidad - solidaridad - dicha - sensibilidad - juventud - in teracción - estímulo - plenitud - sentimiento - voluntad - correspondencia - armonía - gratitud - entusiasmo

¡No olvidar que hay que tomar en cuenta el título de la foto!

Esta foto debe ser del mismo banco de imágenes de la que recibimos la vez anterior. Foto cliche. A mí no me habla. Tiendo a rechazarla, a no mirarla.
Asi que, ya saben. Si no quieren que me acerque a uds. basta con vestir una remera con este tipo de imágenes. O de adornar su cuarto con ellas. Estaran defendidos de mi.


Cada vez que leo la lista que me tocó se me presenta la dicotomía depresión - inhibición de la creatividad / estímulo.
Me sirven como estímulo en la medida que dan una idea, crean una atmosfera. No me sirve tener que escribir todas las palabras de esta lista en particular. Se me hace muy intelectual.
Excesivamente correcta. Pero si no puedo acatar una limitación condicionante de un ejercicio ¿Para qué voy a un taller de escritura?

Entonces la limitación tendrá que ser la que tiña el estilo del futuro relato.
Será rimbombante e hiperbóleo.




sábado, 29 de agosto de 2009

copyright Jota


Jota vendió su primer foto al banco de imagenes en un acto de arrojo
.
Después de atravesar el frente secretaria - llame después - casillas de voz en diversos celulares - bombardeo de e mails, consiguió la entrevista con Garofalo.

- ¿Que tenes, pibe? - Maestro en el arte del desprecio, Garofalo juega con apertura clásica.

- Oficina - negociación ; perro - gato; telarañas con gotas de rocio; amaneceres y puestas de sol; hombre a caballo solo y en conjunto; ciudad de noche; frutillas húmedas -

- De todo eso ya tengo -

- Déjeme que le muestre, Garofalo -

- Bueno, a ver...- Perdonavidas, fase II obligatoria

Garofalo mira las fotos 2 segundos, mira por sobre los lentes a Jota otros 2 segundos, vuelve al álbum. - ¿Cuánto pedís por gatito - ovillo de lana?

Jota no supo poner precio. Garofalo vio el cambio de color en el rostro de Jota, vio cada uno de los mínimos temblores del que acaba de ser sorprendido y busca acomodarse a la situación.

- ¿Cómo dijiste que te llamabas? - Pregunta que jamás formuló, técnicas básicas de desprecio.
Pasa un segundo y medio. - Te doy 200 - Tercio de lo que a Jota le parece razonable. Garofalo, gran lector de reacciones en rostro, ya se dio cuenta de tal opinión y de que Jota esta dispuesto a negociar.

- Me parece poco -

Garofalo eligió un remate corto y efectivo. - Acá problema de fotógrafos no hay. Sabes cuántos se sientan por semana en esta silla?

La verdad que a Jota no le interesó el dato. Calló y otorgó.

Tengo clientes para categoría Naturaleza ítem bosque subcategoría Sin Gente.
Traeme varias opciones... Sepia, B/N, color, distintas lentes y JAMAS Fotoshop. Me gustan los fotógrafos, no los usuarios de computadoras. Después volve.

Volvió. Vendió. Cobro.
Ahora le baten Jota el Gran Angular.


viernes, 28 de agosto de 2009

Primer encuentro


Asisto al primer encuentro de un taller de escritura - No literario - aclara el coordinador, y esa aclaración me gusta


Hay presentaciones, y una explicacion de lo que vendra, hay elección de un nombre para el grupo.
.................................

El coordinador reparte fotocopias de una imagen donde se ve un bosque y un camino que fuga.
Pide que escribamos un relato de hasta una carilla. Mejor aun, media carilla.

Estoy atormentado desde el momento en que las fotocopias empezaron a circular.

¿Relato? ¿Que entendemos por relato? Veamos. Asocio ideas. Re - lato, volver a latir. Relación. Enunciación de sucesos que guardan alguna relación entre sí. Relatar es el acto de enunciar (o decir, o contar) tales sucesos.
Bueh, no importa la definición. Importa la actitud, el hecho de focalizarse para producir algo, como ejercicio de la voluntad

La imagen de tapa de cuaderno no me gustó. Me disgustó, quiero decir.
Que ya es algo, me despertó una respuesta emocional.

El coordinador pregunta algo así como "Que les genera la imagen?" y -ay de mí- enseguida oigo la palabra bello como resultado de una foto tomada con todos los estandares de lo que es bello, poetico, evocador... Un sendero en el bosquecillo de altos árboles deshojados ¿Que ha? ¿Otoño tal vez? Ah, romántica estación para nos que amamos la melancolia. Ah... No hay nadie en el camino pero esta el punto de vista del fotógrafo y el camino que fuga hacia el punto central de la foto... y un camino conduce siempre a algún lugar y probablemente alguien que te espera al final.
Late implicito el encuentro romantico en nuestra foto de cuaderno tamaño universitario para ser comprado por señoritas que buscan imágenes sobrias que no las comprometan, señoritas que viajan en el trasporte público sentadas bien derechas con una correción que ofende a su edad.

Todo esto en algunos segundos, en lo que tardan las fotocopias en llegar a las manos de trece personas sentadas alrededor de una mesa esperando con urbana paciencia su copia.

Y yo estoy que me lleva la chingada.
Así como recibo la copia empiezo a doblarla, tratando de quitar ese camino de almibaradas promesas de lugar común, girando la hoja para tratar que me sugiera alguna otra cosa pero no puedo. Mirá que me encantan los árboles!
Fuerzo al pensamiento. Voluntad, hombre!
De acuerdo, de acuerdo...
¿Que puede quedar atrapado entre ramas que se mecen al viento cual redes inversas..?
No, no. No hay caso, la imagen de fotocopia de tapa de cuaderno no me interesa. No me estimula.
No me conmueve ni me impregna ni me altera nimetoca nimepincha nimerasca.

Esta tomada, construida con esa intencion. Que batatas!

Entonces no relato.