sábado, 12 de septiembre de 2009

carta al coordinador del taller

Daniel: No puedo redondear la idea, me parece que da para un cuento, me da lástima apresurarme para cumplir con los tiempos. No logro cumplir con la consigna, la sobreabundancia de palabras con significado tan cercano me bloquea

Aqui, la lista que me tocó en suerte:
afecto - amor - unión - alegría - felicidad - solidaridad - dicha - sensibilidad - juventud - in teracción - estímulo - plenitud - sentimiento - voluntad - correspondencia - armonía - gratitud - entusiasmo

¡No olvidar que hay que tomar en cuenta el título de la foto!

eso si, me sugirió el clima y el estilo del boceto de cuento, hiperbóleo, sobreabjetivado, rimbombante.Lo que sigue son algunos de los párrafos que me fueron surgiendo

Espero que el fracaso del ejercicio sea sólo parcial y logre redondear el cuento que bulle por salir.


Respiraba Mario como jamás había respirado. Los pulmones plenos, la energía a borbotones, su juventud circulando por los grandes vasos, por los troncos arteriales.


Mario amaba la vida aquel dia más que nunca.Su amada, amada, amada tendióle la mano y estrechósela él, correspondiendole.


Inflamábase Mario, henchíase todo él. Devorábase el aire, resultábale insuficiente el gesto y traidora la palabra para expresar la gran marejada afectivo-volitiva e intelectual que se encontraba experimentando.


Este arrebato de su amada, que lo convertía a él tambien en amado, estimulaba su sentido de la belleza como una cebada ovejilla despreocupada e indefensa estimulan la secreción salival del famélico lobo que la avista a corta distancia.


El mismo Mario del montón, señas particulares, no presenta. Ni muy bajo ni muy alto ni tan negro ni tan blanco. ¿Bello? Rotundamente no; tampoco feo, debe decirse.

Decididamente no es un impetuoso de aquellos que hay que alejar de una, zumbantes alrededor, melosos de artificiosa sensualidad. Ni un individuo paralizado por la excesiva timidez. Diríase un mesurado usuario del lenguaje es un sentido utilitario


Breve habia sido el contacto, aunque intenso, para ambos. El sorprendido, Mario. La de repentina iniciativa; Magghi la enjuta, la enhiesta.


Desde siempre aspiraba Mario la fragancia que a su paso dejaba Magghi la impregnante.

Incontables las ocasiones eran en las que Mario se encontraba, sin saber la causa, deambulando por los corredores del ministerio, tras la embriagante estela de su perfume, guardando distancias que le impidieran ser descubierto

Ahora Magghi lo sabe. Desde largo tiempo Mario la sigue a distancia pero no se le acerca.

Cuando Magghi le ha hablado Mario no demostró ningún especial interés. Nunca balbuceó y siempre utilizó un lenguaje seco, libre de adjetivos.


La idea del cuento es narrar el devenir de Mario, - un tipo que enseña en un colegio de curas alguna materia técnica, digamos computación o electricidad – entre el momento que una docente del mismo establecimiento lo espera en un pasillo y subitamente le estrecha la mano y acerca su rostro al de él, lo mira largamente, lo besa y luego sigue su camino. A partir de ese momento, los diques de la sensualidad que habia mantenido cerrados tamto tiempo comienzan a rebalsar y Mario ingresa en un extasis que lo lleva a respirar de una forma absolutamente nueva. Mario inspira pero a duras penas exhala, se va expandiendo y embriagando hasta que finalmente explota.

Para Mario la idea del amor es más intelectual que sensual.

La joven profesora que podría ser de alguna ciencia natural, jamás ciencia exacta, que encaja dentro del perfil de lo que sería una imágen exterior monjeril, digamos delgada y muy discreta. A esta profesora le gusta perfumarse con aromas sutiles y perdurantes, es decir que invierte buen dinero en fragancias de calidad.

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