Piedad se llamaba y hacía honor a su nombre. De haber tenido que nombrarse a sí luego de tantos años, no hubiese dudado en elegir Padecimientos. O Dolores.
Sus grandiosos ojos marronverdosos y sus anchos labios en apenas semisonrisa reclamaban tu inmediata y concentrada atención a su belleza. Su expresión de recato te pedía que desistieses.
Fuera de su rostro, su cuerpo es materia de la imaginación. Vestía siempre con ropas muy holgadas y sólo dejaba ver sus pulcras manos, que daban sensación de ligereza cuando las movía.
Al conversar con ánimo (cosa que ocurría de vez en cuando) mostraba sus palmas abiertas y movía los dedos con imperceptibles temblores.
Piedad sufría en especial por sus manos. Antes eran espléndidas.
Las manchas le aparecieron a edad poco común. Su piel se arrugó y palideció. Las uñas le enblanquecieron y se le resquebrajaron.
Para disimularlas las entrecruzaba frente a su boca, lo que le daba un aire de rezo.
Damian. me gusto...tengo una sugerencia, porque no lo envias a Semana...te mando el link sino lo conoces y lo que recibo de ellos - por ahi lo conoces ya - y te lo publican...tienen tambien una direccion en Facebook.
ResponderEliminarArriba y adelante....
Alicia
Otra vez HAPPY BIRTHDAY